tag:blogger.com,1999:blog-35244803813012653492024-02-07T19:42:52.731-08:00Cartas para primaveraAnnahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.comBlogger26125tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-52188635655953955102014-01-31T12:21:00.001-08:002014-01-31T12:21:30.221-08:0011/11-11/13<p align="justify"><b><font size="3">LLUVIA</font></b> <p align="justify"><font size="3">Llueve y me acurruco bajo la manta. Siento que me duele todo el cuerpo… pero aun así lo que más me agobia es lo que hay en mi cabeza. Siento que mis días están vacíos y que tengo la obligación de llenarlos con algo, pero solo para no sentir que estoy perdiéndome del todo. </font> <p align="justify"><font size="3">Pinto y borro esbozos de un futuro que nunca saldrá de este presente que estoy viviendo. Pasan las horas y sigue lloviendo, me siento mejor que antes pero nunca llega la tranquilidad que espero. Si solo pudiera borrar la tristeza y toda la desesperación de ellas, de él… del mundo entero. Como la lluvia borra la tiza del asfalto. Y quizás así podría sentirme completa. Pero no… lo único que consigo es hacer crecer la mala hierba. </font> <p align="justify"><font size="3">Nunca antes una lluvia fue más inútil. </font> <p align="justify"><b><font size="3">VULNERABLE</font></b> <p align="justify"><font size="3">Semana tras semana, no soy capaz de escribir. ¿Cómo poner dos palabras juntas? Sé que si me pongo a teclear… saldrá todo aquello que intento guardar bajo llave. Como ahora… no tiene sentido nada de lo que pienso, no tienen sentido ninguna de las soluciones que intento ponerles a mis problemas. ¿Cómo sufrirlo todo y que se agoten mis dolores de cabeza? A veces me gustaría transformar todo eso que llevo dentro en algo físico… porque las heridas de la piel se curan en un tiempo mucho más corto. Me pelaría las rodillas y los codos hasta sangrar si pudiera dejar de retorcerme por dentro. A veces, parece que todo está bien y de repente sin avisar vuelven los pinchazos en el estomago, los ojos se hinchan de la rabia, se seca la garganta y solo quiero alcanzar mi cama y enterrarme en el cojín, ahí todo es más llevadero. Huiré, sé que lo haré… ¿pero me garantiza eso que dejen de atormentarme las pesadillas? Pero sí, tienen que pasar… todo esto tiene que pasar un día u otro. <br clear="all"></font></p> <a name='more'></a> <p align="justify"><font size="3"></font> <p align="justify"><b><font size="3">ESTUPIDEZ</font></b> <p align="justify"><font size="3">¿Estupidez? Podría explicarla de mil formas diferentes. Yo misma, mis pensamientos, mi forma de sentarme en la acera a las 6 de la mañana. ¿Estupidez? Los recuerdos de algo que no valió la pena. La culpabilidad. ¿La estupidez? Huir sabiendo que el enemigo solo está en tu cabeza. Luchar y siempre conseguir una derrota. ¿Estupidez? Creer en algo que no existe. Intentos de comprender algo que no permite explicación. ¿Estupidez? Lamentarte, deshacerte en sollozos por algo que nunca tuviste, buscar algo que no podrás encontrar. </font> <p align="justify"><b><font size="3">¿CUANTAS VECES MÁS?</font></b> <p align="justify"><font size="3">Deslizo los ojos por las palabras y me pincho con sus espinas. Cuando crees que ya no volverás a herirte, aparece una certeza más profunda que te hace darte cuenta de lo lejos que puede llegar un sentimiento. </font> <p align="justify"><font size="3">¿Cuántas veces más voy a creer morir? ¿Cuántas veces más me escocerán los ojos? Ya no sé cómo eliminar los grises de una paleta de colores que está repleta de ellos. Parece que no hay suficiente tiempo, ni suficientes kilómetros en este mundo que puedan devolverme una tranquilidad que lleva años enterrada bajo sábanas desgastadas por los nervios y el insomnio. </font> <p align="justify"><font size="3">Ya no busco nada, pero la nada siempre parece encontrarme. Solo quisiera eliminar el más mínimo atisbo de recuerdo. Quiero borrar todo el tatuaje que una vez decidí hacer en mi memoria, si estuviera hecho sobre mi piel, me la arrancaría y aún así sé que dolería menos de lo que duele ahora. </font> <p align="justify"><font size="3">Lo único que puedo hacer es preguntarme… ¿cuántas veces más? </font> <p align="justify"><b><font size="3">ALGO PARA NO LEER</font></b> <p align="justify"><font size="3">Me siento un poco inútil ahora, siempre tiendo a sentirme inútil con toda esta situación. Pero no me queda otra opción. Necesito hablar con alguien y no sé con quién. Sé que las tengo a ellas que siempre están ahí, a pesar de todo y de todos. Pero no puedo ser tan egoísta. Así que solo queda el papel…</font> <p align="justify"><font size="3">Me recuerdas a la lluvia… Cuando la esperas, no cae ni gota. Pero cuando no la necesitas, cuando rezas por que salga un día soleado… va y cae un chaparrón. Sí, el tiempo es la mejor metáfora a todo esto. Todo siempre ha sido impredecible, inseguro, cambiante e irritante. Frustrante casi en todo momento. </font> <p align="justify"><font size="3">¿Enamorada? Quizás, pero no puedo explicar por qué. No de alguien real, desde luego. Es una persona que hemos creado entre los dos, tus palabras y mi imaginación. Porque para ser sincera conmigo misma, debo admitir que no te conozco casi, no tanto como me gustaría, nunca me has dejado hacerlo… Lo que yo conozco es la cara que tú me has decidido enseñar, más parte de aquella que he descubierto por mí misma. </font> <p align="justify"><font size="3">Todos aquellos primeros días… y luego Noviembre, odio ese mes ahora. Me molestan tantas cosas ahora, calles, lugares, canciones... Y después la primavera. Si tan solo hubiera elegido darme la vuelta, ahora sería distinto. Pero no, se me olvidó echar el freno de mano, me deslicé por la cuesta y me estampé de pleno. El día que me di cuenta de que… sí, ese día ya era demasiado tarde para recapacitar. Me encontré replanteándome mi vida por el motivo menos oportuno y sabía ya entonces que estaba mal. </font> <p align="justify"><font size="3">Porque los tuve a ellos para aguantarme en mis peores caídas, me hicieron la vida más fácil. Pero de todas formas nadie será capaz de ponerse en mi piel. Como yo no soy capaz de ponerme en la tuya… sé que nunca llegaré a entender tus motivos, por el simple hecho de que cada uno somos diferentes y actuamos diferente. No creo que nunca llegue a odiarte aunque así sería más fácil. Como tampoco voy a poder evitar desearte lo mejor o preocuparme por qué estés bien. </font> <p align="justify"><font size="3">No quisiera que todo quedara en un mal recuerdo, en alguna pesadilla. Solo quiero tranquilidad, un poco de tranquilidad. </font> <p align="justify"><b><font size="3">SURCOS SOBRE LA PIEL </font></b> <p align="justify"><font size="3">Profundos surcos sobre la piel, con manchas diminutas que marcan algo más que una simple imperfección, algo perfecto, un recuerdo. Unos ojos disminuidos, escondidos entre los párpados, miran fijamente un punto infinito y lloran. Al observar como las lágrimas caen por unas mejillas que han recibido más de un arañazo, más de unas cuantas bofetadas, te sientes absurdamente entristecido. Una mano temblorosa atrapa la gota colgada sobre la nariz, un poco curva. Una cabeza se agacha y los parpados se cierran con fuerza, tan solo durante unos segundos. Y una punzada de dolor traspasa tu garganta. </font> <p align="justify"><font size="3">Te sientes miserable, tú con tu frescura inquebrantable ante una imagen arraigada en el tiempo. Parecen injustas las lágrimas que ves derramadas sobre el rostro de la anciana. ¿Cuánto más dolor puede soportar una persona? ¿Por cuánto tiempo el mundo seguirá dañando a ese frágil alguien?, te preguntas. Los años pasan y dejan fotos, cajas de recuerdos, anécdotas en labios conocidos y en boca de cualquier desconocido. Dejan también un enorme vacío en corazones, cicatrices que no se pueden adivinar más que en los ojos, muchos kilómetros de distancia y pérdidas insuperables. Un equilibrio, a veces, entre lo bueno y lo malo; pero también, a veces, una balanza estropeada. No entiendes bien por qué, pero la imagen te conmueve más que otras vistas a lo largo de tu vida. Quizás porque encuentras una incipiente rabia en tu interior, al saberte expuesto al sufrimiento hasta el fin de tus días. Quieres, inútilmente, prometerle a la mujer que no volverá a derramar una sola lágrima, que no se sentirá sola, que no tendrá que preocuparse ni un segundo más por ningún problema. Deseas entregarle un paquete de felicidad, con permanencia para toda su vida. Así quizás podrías asegurarte un futuro más esperanzador a ti mismo. </font> <p align="justify"><font size="3">Pero al final, solo sigues caminando, avanzas y ahogas la tristeza que ha surgido.</font> <p align="justify"><b><font size="3">EL LEÓN, LA MARIPOSA</font></b> <p align="justify"><font size="3">Un día ella me dijo que no quería conocer el mundo si no era de mi mano. También lloró en mi hombro y en mi espalda. Dejé todo lo que yo era, y era mucho, mucho más de lo que soy ahora. Todo por ella. Me sonreía y yo me volvía manso y despistado. Desenvolví mi corazón cubierto de espinas y acero, lo dejé de la forma más vulnerable en sus manos. Y ella me lo ha quitado, ni siquiera se molestó en romperlo o devolvérmelo. Ahora está perdido en un lugar al que yo no puedo acceder. </font> <p align="justify"><font size="3">Sigo esperando, esperando a ver su rostro asomado por el marco de la puerta. Pero ahí, tras esa madera roída tan solo hay oscuridad. Tendría que haberlo previsto, ella siempre ha vivido con ansias de libertad. Es una mariposa, bella y escurridiza. ¿Por qué no me di cuenta? ¿Por qué simplemente me quedé mirándola durante todos estos años? Posiblemente he tenido el poder de retenerla para siempre a mi lado y no lo he hecho, no… eso habría sido una aberración. Habría perdido toda su magnificencia en mis zarpas. </font> <p align="justify"><b><font size="3">NO ES MI ÁRBOL</font></b> <p align="justify"><font size="3">Aquella noche me perdí en el bosque, me he perdido ya tantas veces… Siempre en noches sin luna, siempre porque deseaba salir de ese estúpido claro de violetas. Me sentía perseguida aquella vez, perseguida por unos animales que provenía de mi interior, me obligué a correr y me precipité una vez más. Encontré un árbol donde acobijarme, un refuerzo, una especia de apoyo para aliviarme el miedo de la oscuridad. Me acurruqué junto a su tronco y observé las hojas, que tenían una forma demasiado extraña para mí. Yo sabía que aquel robusto e imponente árbol haría bien de mi guardián aquella noche, pero noté su corteza demasiado áspera en mi espalda, los pájaros de las ramas no me eran familiares, los ruidos eran irritantes y sentía un frío terrible. De repente quise volver a mí estúpido claro, quise rozar las flores y recostarme sobre mi árbol de siempre. Eché de menos las formas ovaladas de sus hojas, su extrañamente suave corteza, esos pajarillos a veces molestos que me despertaban por las mañanas. Quise también rodar por la hierba blanda de mi claro y no por la tierra fría de aquel lugar. </font> <p align="justify"><font size="3">No pude dormir, pensando en que ya no podía volver al claro, a pesar de su familiaridad, pero tampoco podía seguir bajo aquel árbol extraño. Necesitaba seguir caminando, explorar y encontrar mi propio claro algún día, quizás con algún árbol, quizás con una palmera o un pino, pero primero necesitaba encontrar un nuevo claro en el que sentirme cómoda.</font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-4383406380508370382013-10-27T16:48:00.001-07:002013-10-27T16:48:31.056-07:00“Replay”<p><font size="4" face="Calibri">Pienso en tu mano, amiga de mi espalda. </font> <p><font face="Calibri"><font size="4">Deseo darle al <i>replay.</i></font></font> <p><font size="4" face="Calibri">Oigo mi nombre en tu boca, </font> <p><font size="4" face="Calibri">Y lo grabo a cámara lenta. </font> <p><font size="4" face="Calibri">Has tenido que tocar algún botón</font> <p><font size="4" face="Calibri">Para descontrolarme de nuevo. </font> <p><font size="4" face="Calibri"></font> <p><font size="4" face="Calibri">Las huellas invisibles sobre mi cuello,</font> <p><font size="4" face="Calibri">Quisiera expandirlas hasta el infinito. </font> <p><font size="4" face="Calibri">No había sido nunca más físico, casi una ciencia.</font> <p><font size="4" face="Calibri">Nunca tan agradable. </font> <p><font size="4" face="Calibri">No tengo intención de pensar en nada,</font> <p><font size="4" face="Calibri">Tan solo vuelve a dejar tu mano en mi espalda.</font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-10579060984542108282013-09-25T05:52:00.001-07:002013-09-25T05:52:59.206-07:00No más paseos de revista<p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Paseas una tarde, pensando en todo y en nada, uno de esos días en que tienes poco que hacer y mucho en lo que pensar. Entras en una librería, ojeas algunos libros que te llaman especialmente la atención y de repente llegas a la sección de prensa y revistas. Hace años que no lees una, probablemente desde que acabaste el instituto. Observas por encima algunas portadas y finalmente te decide. Luego te llevas un pequeño puñetazo en tu cartera, las revistas solían ser mucho más baratas cuando ibas al instituto. </font></p> <a name='more'></a> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri"></font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Continúas con el paseo y aburrida ya de la calle, la gente y los coches, vuelves a casa. Preparas una cena rápida, te pones cómoda y abres tu adquisición. Lo primero en que te fijas es en la gran cantidad de publicidad que ves en ella, por cada dos páginas de algo sustancioso hay cinco con anuncios de perfumes, cremas para la cara, mascarillas para el pelo… Siempre con fotos de mujeres impecables, con unos labios bien perfilados de rojo, ninguna imperfección en la piel, el pelo brillante y acompañadas, por supuesto, de hombres maravilla. Te preguntas por un momento como pueden siquiera pretender ser reales esos anuncios. Si tú fueras así de estupenda, no necesitarías ni un solo producto de los que están publicados. Empiezas a estar algo irritada, pero continuas con tu “lectura”. Repasas los títulos del índice, algunos artículos parecen atrayentes. Continuas pasando las páginas, empiezas a leer y <i>voilà, </i>más publicidad incrustada entre líneas, ¡estupendo! Pero incluso dejando aparte el tema de los anuncios, te dan ganas de arrancarte los ojos conforme continúas con la tarea. Te sientes decepcionada, ¿realmente todas las revistas dedicadas a las mujeres son así de cutres o es que has escogido la peor que había en la estantería?</font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Los artículos que en un principio llamaban tu atención se vuelven una mofa. Lees y te sientes estúpida. Parece que con todas esas frases “con gancho”, ese vocabulario coloquial y cercano a la mujer “de hoy en día”, intenten someterte a una lobotomía. Se habla de relaciones, de amor, de sexo, de moda, de belleza y salud… Pero en realidad tan solo generalizan, analizan lo más obvio, meten a todos y a todas en un mismo saco. Intentan hacer que la vida parezca “fácil” si te compras unos zapatos que cuestan 200 euros o si te bañas en perfumes exóticos y, obviamente, igual de caros que los zapatos. Todo puro marketing, nada real. ¿Cómo se supone que eso va a ayudar a las mujeres a sobrevivir en un mundo en el que “frágil, ingenua y manipulable” son las etiquetas más repartidas para ellas? Encuentras hipocresía en cada página de esa maldita revista. No das crédito cuando lees artículos sobre la dependencia emocional o la seguridad en el trabajo. Se habla de lo nociva que es la obsesión en las relaciones, pero al mismo tiempo crean en las mujeres una total dependencia por la ropa, el maquillaje y demás accesorios. ¿Seguridad en el trabajo? Te ríes. ¿Cómo puede una persona estar segura de sí misma cuando se tiene que preocupar por ponerse cincuenta cremas en la cara todos los días porque cree que su rostro no es lo suficientemente perfecto para ser mostrado en público? Abochornante, es lo único que se te ocurre pensar al respecto. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">No eres ninguna enemiga de la moda. Tampoco piensas que cuidar tu cuerpo es innecesario. El problema está en que para todo hay un límite. La vida es un baúl que no puedes llenar solo con zapatos y crema antiarrugas, pesan demasiado y cuando estás en una situación difícil son totalmente inútiles. Esas revistas, al menos la que ha caído hoy en tus manos, son tóxicas. Absorben toda la parte del cerebro que no esté vestida de Dior. Incitan al consumismo, a comportamientos obsesivo-compulsivos y a muchos problemas de autoestima. Crees que las mujeres deberían ser más inteligentes de lo que los redactores, de esos folletos publicitarios con algún relleno en forma de artículo, piensan. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">No es necesario arruinarse para lucir un buen aspecto. Tampoco es justo humillar nuestro autoestima solo porque no nos parezcamos a las chicas de revista; el photoshop, <i>ladys</i>, todavía no se vende en frascos. Hay que pensar más en mostrar una “bonita” mente y no centrar la atención solo en los artículos que decoran el cuerpo. El <i>glamour</i> está bien por un rato, pero cuando llegas a casa, con mil problemas en la mente, cansada y aburrida del mundo, ni tus potingues del baño, ni tus vestidos de marca van a saltar en tu ayuda, no servirán de ánimo, ni siquiera te proporcionarán una agradable compañía. Así que, como pequeño consejo de no experta, dirías que más les vale a las mujeres buscarse un hobby más productivo que las revistas.</font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-87712031252248050682013-09-22T09:34:00.001-07:002013-09-22T09:34:12.424-07:00Espera<p><font size="5" face="Tunga"><em>La cortina echada </em></font> <p><font size="5" face="Tunga"><em>El café en la mesa</em></font> <p><font size="5" face="Tunga"><em>La canción de siempre </em></font> <p><font size="5" face="Tunga"><em>Repite, repite y repite otra vez. </em></font> <p align="center"><font size="5" face="Tunga"><em></em></font> <p align="center"><font size="5" face="Tunga">Las tardes tranquilas</font> <p align="center"><font size="5" face="Tunga">La noche lozana</font> <p align="center"><font size="5" face="Tunga">Indolentes mañanas </font> <p align="center"><font size="5" face="Tunga">Esperas, esperas y esperas sin querer. </font> <p align="right"><font size="5" face="Tunga"></font> <p align="right"><font size="5" face="Tunga"><em>Puertas cerradas</em></font> <p align="right"><font size="5" face="Tunga"><em>La cama, tú cama</em></font> <p align="right"><font size="5" face="Tunga"><em>Un espejo en la pared</em></font> <p align="right"><em><font size="5" face="Tunga">Miras, miras y miras pero nada ves</font>.</em></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-21736389045309715322013-09-17T15:29:00.001-07:002013-09-17T15:29:41.834-07:00Un mañana mejor<p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Llevo mucho tiempo planeando este viaje. Hace unos meses todo eran nuevas esperanzas, ilusiones. Hacía cada trazo en el plano de mi nueva aventura con entusiasmo, con ganas de revivir en cada idea. Y entonces… ¿Cómo explicar que aún no he despegado y ya parece un fracaso? Ahora entiendo como un hoy puede borrar del todo el mañana que pinté, aunque las cosas que quisiera ver cambiar son las que nunca cambian. Y todo pesa, todo duele. Sientes que no has hecho suficiente. </font> <p align="justify"><font size="3" face="Aharoni"><font size="4" face="Calibri">Pero me alegro de que no haya huida fácil, las elecciones están hechas y no existe una vuelta atrás. Así, detrás de mí tan solo dejo unas cartas, algunas entregadas, otras que jamás serán leídas ya. Una caja azul de los recuerdos, baúl de los juguetes olvidados, algunos libros y unas fotos de carnet. Ya sé que es difícil empezar un viaje caducado, tan solo espero que el destino elegido me cure la maldita desazón. Querer, volar, caer, crear, perder, ganar, soñar… Si ha habido un hoy,</font> <em><font size="5">habrá un mañana mejor.</font></em></font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-25477492834112854642013-09-16T07:00:00.001-07:002013-09-16T07:00:16.319-07:00No hay esperanza<p align="justify"><font size="4" face="Andalus">La niña recogió la chaqueta gris del suelo y rascó con parsimonia las manchas oscuras que adornaban el cuello de la prenda. Por el color, bien podrían haber sido unas salpicaduras de zumo de arándanos; pero ella sabía que era sangre de aquellos que habían luchado en la plaza. Escondida en una finca solitaria había observado, por la ranura de una ventana tapiada, como durante horas un remolino enfurecido de cuerpos contra cuerpos arrasaba la calle. Ahora solo quedaba la nada más absoluta. Vagaban sin rumbo decenas de almas abandonadas, resultado de una violencia desgarradora. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Andalus">La pequeña metió sus brazos escuálidos en las mangas, demasiado largas para su diminuto cuerpo. No tenía frio, pero quería resguardar su cuerpo de los recuerdos agónicos de aquel nefasto espectáculo. Un hombre alto y uniformado apareció ante la pequeña y cogió su mano temblorosa. En sus ojos no había reflejo alguno de culpa o piedad, pero su boca fingió una cálida sonrisa, que a pesar de todo no logró reconfortar a la niña. Después de abandonar la plaza la niña alzó su carita y preguntó con frágil inocencia: </font> <p align="justify"><font size="4" face="Andalus">—¿Por qué, papá?</font> <p align="justify"><font size="4" face="Andalus">—¿Cómo dices, cariño?</font> <p align="justify"><font size="4" face="Andalus">—¿Por qué has matado a esas personas?</font> <p align="justify"><font size="4" face="Andalus">El hombre sintió como las vibrantes pupilas de su hija se clavaban en él con angustia, pero no se inmutó lo más mínimo. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Andalus">—Esas personas, mi vida, habrían muerto de todas maneras, ya no tenían esperanza. </font> <p align="justify"><font face="Agency FB"><font size="4"><font face="Andalus">—No papá, yo lo vi… Esas personas querían vivir.</font> </font></font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-86775822510240020922013-09-15T05:45:00.001-07:002013-09-15T05:45:38.210-07:00Sabes<p><font size="4" face="Andalus">¿Sabes, lo que digo? </font> <p><font size="4" face="Andalus">Que se acabó, no más palabras. </font> <p><font size="4" face="Andalus"><em>Me he cansado de tanto naufragar.</em> </font> <p><font size="4" face="Andalus"></font> <p><font size="4" face="Andalus">¿Sabes, lo que pienso? </font> <p><font size="4" face="Andalus">Que no hay ningún desvío en la misma dirección</font> <p><font size="4" face="Andalus"><em>Nunca lo hubo, ni lo habrá.</em> </font> <p><font size="4" face="Andalus"></font> <p><font size="4" face="Andalus">No veo rosas, ni violetas, ni azucenas, ¿sabes? </font> <p><font size="4" face="Andalus">No hay luz donde un día hubo sol; </font> <p><font size="4" face="Andalus">Y el hielo no se derrite nunca, </font> <p><font size="4" face="Andalus"><em>Tan solo acaba con los vestigios de calor.</em> </font> <p><font size="4" face="Andalus"></font> <p><font size="4" face="Andalus">Pero… ya no parece grave, ¿sabes?</font> <p><font size="4" face="Andalus">Tan solo elijo el camino fácil; </font> <p><font size="4" face="Andalus">El tiempo, con su nueva utopía,</font> <p><font size="4" face="Andalus"><em>Parece ahora la mejor opción.</em></font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-2135465140409037922013-09-09T16:35:00.001-07:002013-09-09T16:35:01.879-07:00Encuentro<p align="justify"><font size="3" face="Euphemia">La madera, entristecida por el tiempo y falta de su color natural, cedió apenas bajo el peso de su espalda. Un crujido casi imperceptible y luego un suspiro. La lana azul de su bufanda rozó la cómoda blanca de la entrada. Un delicado aroma a menta y a miel empezó a extenderse por toda la casa, él se adentró en ella. Recorriendo sus largos pasillos con tensa parsimonia, llegó a la cocina, donde una tetera lo esperaba sobre la mesa de cristal. Se deshizo del pesado abrigo y se quitó el gorro, dejando al descubierto su corto cabello negro. Una silla lo esperaba impaciente, al igual que él se impacientaba por ocupar su sitio de siempre. </font></p> <a name='more'></a> <p align="justify"><font size="3" face="Euphemia"></font> <p align="justify"><font size="3" face="Euphemia">Su madre entró por la puerta trasera, se acercó en silencio y le sirvió una gran taza de té mentolado, para finalmente acompañarlo en la mesa. Se miraron largo rato a los ojos, sonriendo ambos, pero con miradas que no podían ocultar aquellas tristezas del corazón, que ocultaban siempre el uno del otro. Ninguno sabía el porqué de aquella distancia que los mantenía a cada uno siempre en una punta de su reducido universo. Quizás él falló por ser un soñador, quizás ella fracasó al abandonarse a una vida demasiado fácil. El problema no era no quererse; un hijo no deja de querer a su madre, una madre no puede no amar a su hijo; eso dicen. </font> <p align="justify"><font size="3" face="Euphemia">Hablaron, cordialmente, como se habían acostumbrado a hacerlo durante los últimos años. Poco que contar en una conversación casi muda. Mucho era lo que deseaban decirse, pero ya habían olvidado las palabras que se utilizaban para ello. Se terminó el té y con él desapareció la calidez del ambiente. Volvió a imponerse el aire invernal, rodeando la casa por fuera, escrutándola por dentro, envolviéndolos a ambos. Y ya no sabían si aquello era un encuentro o una de las despedidas de siempre.</font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-35226233594403997692013-09-06T05:00:00.001-07:002013-09-06T05:02:31.690-07:00Hablarte<p align="left"><font size="4" face="Calibri">“¿Recuerdas aquellos jóvenes de antes?</font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">Los viajes, las noches, </font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">aquellos cafés de mañana amargos.</font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri"></font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">¿Recuerdas la arena, el sol en la cara?</font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">También las tormentas, </font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">El olor de la tierra mojada. </font></p> <a name='more'></a> <p align="left"><font size="4" face="Calibri"></font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">¿Y los secretos que siempre guardamos?</font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">Las manos, tan tiernas a veces,</font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">Tan rudas a ratos. </font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri"></font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">¿Recuerdas las calles por las que pasamos?</font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">Los gritos de júbilo, </font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">Algunos de espanto. </font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri"></font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">¿Recuerdas, quizás, las carcajadas? </font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">Los largos debates, </font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">Las breves batallas. </font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri"></font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">¿Nosotros, los mismos, con otras caras?</font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">Tus juegos de niño, </font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">Mis cuentos de madre”.</font> <p align="left"> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">De esto hubiera querido hablarte,</font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">Después de los años vividos;</font> <p align="left"><font size="4" face="Calibri">Después de los años de amarte.</font> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-20462565865533410622013-08-19T14:43:00.001-07:002013-08-19T14:45:35.340-07:00La conocí en un sueño<p align="right"><font size="4" face="Kalinga">Sé cómo se siente, conozco la sensación física y emocional que aporta. Sé cómo se siente la felicidad, una felicidad completa y <strong><em><font size="5">genuina</font></em></strong>. La he conocido en un sueño. </font> <p align="right"><font face="Arual"><font size="4"><font face="Kalinga">Duele un poco, como un pellizco. Y después de la punzada de dolor viene una calma inexplicable. Lágrimas inocentes cuelgan de las pestañas, lloras por la incredulidad, no es fácil asumir que mil pedacitos de todas las veces que fuiste feliz se junten en una sola pieza, como un puzle completo. La conocí en un sueño, pero estoy segura de que es así como se siente, de es así como te abraza, así como algún día <strong><font size="5">quisiera sentirla otra vez.</font></strong></font></font><font size="5"><strong> </strong></font></font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-33262301585985960662013-08-15T13:14:00.001-07:002013-08-15T13:14:04.872-07:00A cámara lenta<p align="justify"><font size="3" face="Aller">Ocurre a veces, caminas entre una multitud bulliciosa, ruidosa, acongojada y viciada. Formas parte de ella, pero quieres huir de alguna manera. Te imaginas a ti mismo, como ocurre en las películas, parándote de golpe y dando una vuelta completa para ver a tu alrededor, para escuchar, para entender… Y entonces sucede la magia de la cámara lenta. Todos y todo, menos tú, empiezan a enredarse en un pausado movimiento que permite desglosar cada una de las partes de algo que antes parecía desordenado, pero que a cámara lenta es hipnótico y atrayente. </font> <p align="justify"><font size="3" face="Aller">Observas las caras y sus gestos, los movimientos de las manos y las piernas. Al fin puedes adivinar los anhelos y las preocupaciones de esas personas. Puedes imaginarte la escena pintada en un cuadro. Un brazo que se extiende lentamente para saludar una cabeza que empieza a formar una sonrisa. Un bolso que esconde un futuro balanceo. Unos labios abriéndose para formar un “Buenos días”. Y de repente el caos se convierte en una canción con melodía suave y tranquila. Piensas que quizás, si pudieras vivir para siempre dentro de una cámara lenta, serías más feliz.</font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-4009747476419354012013-08-13T15:57:00.001-07:002013-08-13T15:57:18.216-07:00Lirios<p><font size="5" face="Aparajita">—Esos lirios sobre mi mesa… </font> <p><font size="5" face="Aparajita">—¿Bonitos, verdad? </font> <p><font size="5" face="Aparajita">—Y el libro…</font> <p><font size="5" face="Aparajita">—Recuerdas aquella vez cuando…</font> <p><font size="5" face="Aparajita">—No lo recuerdo. </font> <p><font size="5" face="Aparajita">—Pero si todavía…</font> <p><font size="5" face="Aparajita">—He dicho que no lo recuerdo. </font> <p><font size="5" face="Aparajita">—Siempre has tenido mala memoria —ríe suavemente.</font> <p><font size="5" face="Aparajita">—Recuerdo que era muy buena, de hecho —agacha la mirada. </font> <p><font size="5" face="Aparajita">—No te han gustado los lirios… ya veo. ¿Hubieras preferido margaritas?</font> <p><font size="5" face="Aparajita">—Hubiera preferido, hubiera preferido, ¿sabes lo que hubiera preferido? —sus manos se ciñen convirtiéndose en puños llenos de impotencia. </font> <p><font size="5" face="Aparajita">—Lo sé—su mano tira del tirante de su blusa. De repente un abrazo. La cabeza en su pecho, las manos sobre su espalda. Un abrazo justo, no de los que recuerda, sino de los que solo siente. </font> <p><font size="5" face="Aparajita">—Los lirios —susurra—, son perfectos.</font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-39359032874891563032013-08-11T10:58:00.001-07:002013-08-11T10:58:50.687-07:00Hoy desperté<p><font size="5" face="Angelina">Hoy desperté en un lugar de sombras,</font> <p><font size="5" face="Angelina">De amplios jardines olvidados. </font> <p><font size="5" face="Angelina">Ahí donde no hay tierra ni olmos, </font> <p><font size="5" face="Angelina">Donde no hay calles y las casas son pintadas.</font> <p> <p><font size="5" face="Angelina">Es un lugar sin Dios ni cura, </font> <p><font size="5" face="Angelina">Para aquello que se llama soledad.</font> <p><font size="5" face="Angelina">No hay paz y reina la efímera locura</font> <p><font size="5" face="Angelina">De un baile al compás de la verdad. </font> <p><font size="5" face="Angelina"></font> <p><font size="5" face="Angelina">Ahí se pierde la tristeza, </font> <p><font size="5" face="Angelina">Las lágrimas no pueden ser borradas.</font> <p><font size="5" face="Angelina">Lugar donde no existe más pobreza</font> <p><font size="5" face="Angelina">Que la de un abrazo nunca dado. </font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-18272550524804449532013-08-05T08:29:00.001-07:002013-08-05T08:31:03.216-07:00Cuando el fuego aparece<p align="justify"><font size="4" face="Aller">En un segudo, en el misero segundo que tardas en abrir un mensaje, todo cambia, aunque en realidad nada ha cambiado, porque llevabas conviviendo con la novedad ya mucho tiempo, solo que ahora es visible. Te paras, miras a tú alrededor sin siquiera abrir los ojos y surgen mil dudas y preguntas: ¿Cómo? ¿Por qué? <em>¿Qué tan insignificante llega a ser la existencia de una persona?</em> </font> <p align="justify"><font size="4" face="Aller">Luego están esos maravillosos recuerdos, plagándote la mente de manera abrumadora. Las caras de todos y de nadie, además, también la tuya. No sabes si llorar, gritar o simplemente dejarte llevar por una silenciosa impotencia. Nada sirve, nada importa, nada va a mejorar la situación. Por más que ardas por dentro, las llamas no van a salir al exterior, no hay aire que las extinga. Te obligas a ahogar los quejidos, los tuyos y aquellos otros que hay a tu alrededor, hacer que todo fluya con la mayor naturalidad posible. Sientes mil engaños, aunque no eres la engañada. Sientes mil pinchazos, aunque no eres la apuñalada. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Aller">Y al final, con todo ese desconcierto y dolor, lo único que intentas, lo único que tienes claro, es que necesitas sobrevivir a pesar del fuego. </font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-74453276966249417952013-07-21T18:05:00.001-07:002013-07-21T18:05:39.537-07:00Primera vez<p align="justify"><font size="4" face="Ebrima">Entre el continuo jugueteo del aire <u>con la piel, con el cabello, con la ropa</u>… Pienso y sigo caminando, <font size="5">camino en mi mente</font> y camino por una acera conocida. Hay tanto luz como sombra a mi alrededor. Hay urbanidad y naturaleza. Hay tristeza y <em>algo de felicidad.</em> </font> <p align="justify"><font size="4" face="Ebrima">De repente es la primera vez, es la primera vez de algo, porque se siente como todas las otras primeras veces. <em><strong>Me siento por primer vez desnuda</strong></em>… desnuda y vulnerable, ante un mar que hace de frontera entre la confianza y su contrario. Es <strong><font size="3">la primera vez que deseo</font></strong> hablar claro, sin miedo a perder la noción de lo que digo; pero las palabras se despojan de su sentido, se quedan en la más <font size="3"><em>absoluta insignificancia</em></font>. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Ebrima">Si vives largo tiempo en <u><em>un mundo de palabras</em></u> y te dejas poseer inútilmente por la confianza, cuando ambas cosas se diluyen por las circunstancias, no te queda nada. Y aunque quiera y crea que puedo... ya no es tan fácil aceptar esa <em><font size="3">primera vez</font></em>, porque está manchada de <strong>un azul pasado</strong>.</font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-91749723064217741472013-04-22T14:09:00.001-07:002013-04-22T14:09:31.817-07:00Abandono<p><font size="4" face="Californian FB">Cuerpo, cuerpo.</font> <p><font size="4" face="Californian FB"><strong>Miras, toco.</strong> </font> <p><font size="4" face="Californian FB">Dudo y me escondo. </font> <p><font size="4" face="Californian FB"><font size="5"><em>Llora la piel, sienten los dedos.</em></font> </font> <p align="right"><font size="4" face="Californian FB"><font size="5"><em>Beso, beso.</em></font> </font> <p align="right"><font size="4" face="Californian FB">Te acercas, suspiro. </font> <p align="right"><font size="4" face="Californian FB"><strong>Quiero y no puedo.</strong> </font> <p align="right"><font size="4" face="Californian FB">Bailan mis manos, tiemblan las piernas. </font> <p><font size="4" face="Californian FB">Latido, Latido. </font> <p><font size="4" face="Californian FB"><em><font size="5">Acaricias, parpadeo.</font></em> </font> <p><font size="4" face="Californian FB">Me pierdo y huye mi mente. </font> <p><font face="Californian FB"><font size="4"><em><strong>Se duerme el dolor, despierta la calma.</strong></em></font> </font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-69972926065748484812013-04-13T04:42:00.001-07:002013-04-13T04:51:17.461-07:00Sientes eso que…<p align="justify"><font size="3"><font size="4" face="Californian FB"><em><font size="5">Al amanecer</font></em> se disuelve el humo del cigarro. Se disuelven también las pocas esperanzas y la libertad se siente muy cerca. No existen las ganas de llorar, ni se precipita la tristeza. Es todo lo de antes pero más cristalino, se han borrado las manchas que no permitían verlo todo tal y como es. Hay algo muy lejos que espera y los pasos se enredan nerviosos por llegar a aquel lugar. No importa si no hay otros pasos al lado, no importa si los pies están desnudos y la tierra quema. No hay necesidad de lamentarse, ni de culparse. Y cuando ya no queda nada, vendrá el todo que estaba perdido. Solo un poco de cola para reparar las grietas y algún perfume con un olor muy fresco para disimular aquello que se ha podrido. Aparentemente, todo está bien y <em><font size="5">sientes eso que…</font></em></font> </font> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-61175841614139272462013-03-21T13:26:00.001-07:002013-03-21T13:26:17.959-07:00Hoy, la primavera.<p align="justify"><font size="4" face="Levenim MT">Hoy me ha surgido una sonrisa al despertarme. Y por la calle me han secuestrado los olores y recuerdos que venían de la mano. He pasado por todas las estaciones del año y he vuelto a sonreír porque se me ha llenado la cabeza de imágenes muy coloridas. He recordado los mercados de mi infancia, el jardín con violetas de mi guardería, también las muchas tardes pasadas en los bancos y otras cosas que no soy capaz de retener ahora, pero que en ese momento eran totalmente nítidas y casi podía verlas ante mis ojos. He notado la primavera en mis mejillas, en mis manos y en mi pelo. He estado un poco torpe, pero todo me parecía tan simple como un puzle de cuatro piezas. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Levenim MT">Adoro esta época del año y me doy cuenta, de que por más frío que sea el invierno, en mi vive una “invencible primavera”.</font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-80308650365028904352013-03-20T10:14:00.001-07:002013-03-20T10:34:56.994-07:00Silencio<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="justify">
<span style="font-family: Baskerville Old Face; font-size: large;">Los colores del atardecer se apagan y ahí en el rincón entre las casas blancas, al lado de aquella farola negra se pierden las palabras. Ella habla y escucha <em>el silencio en respuesta.</em> De nuevo. Del pequeño balcón asoman rosas en cascada, unidas de tal forma que no se dejan caer la una a la otra. Un par de miradas y los dedos enredados a penas se sostienen ya. No hay música pero en sus cabezas alguien canta. </span> </div>
<div align="justify">
<span style="font-family: FangSong; font-size: large;"><span style="font-family: Baskerville Old Face;">Hay velas encendidas, en algún lugar, el olor a cera se extiende por la calle. Es un momento imperfecto, diferente. Ella habla y escucha el silencio en respuesta. <em><span style="color: #333333;">Una y otra vez.</span></em> Él encierra en sus ojos la inteligencia de aquel que no comprende nada. Tal vez el encuentro dure un par de minutos más, pero los dedos ya no se sostienen. Algo cae en sus hombros, ¿agua? Siguen ahí, persisten, no abandonan. La farola parpadea con luz muy cálida. Ellos, la lluvia y la calle, su calle. Y de repente es otra época, son otras personas, otras palabras… <em>Pero ella habla y aún así escucha el silencio en respuesta.</em></span> </span></div>
</div>
Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-21640878324367498132013-03-11T06:36:00.001-07:002013-03-11T06:36:16.196-07:00Sóplale al viento porque es viento<p> <p align="justify"><font size="5" face="Centaur">Explícale al viento que te duelen sus caricias, pídele que amaine su fuerza, que te deje caminar. Dile al sol que queman sus abrazos, implórale a la lluvia que deje de caer. Razona con el frío para que deje de calar tus huesos y grítale al calor que no te deja respirar. Confiésale al árbol que te enganchan sus colores, susúrrale a la flor cuanto te gusta su perfume. Llama al pájaro para que venga a dormir contigo y te cante al amanecer. Persigue al león y reclámale cariño. Haz todo eso y te sentirás frustrado. Verás que es inútil continuar, que si el viento sopla seguirá soplando y si el pájaro no quiere, no cantará. </font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-65814162840709613762013-03-10T15:00:00.001-07:002013-03-10T15:09:13.442-07:00Ignominia (1)<p> </p> <p align="center"><b><font size="6" face="Pristina">Recuerdos</font></b> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">En el recuerdo, cayó en el recuerdo. Agachó la cabeza y dejó reposar sus ojos en su abrigo gris. Recordaba su última vez en aquel lugar como si fuera algo que había quedado embalsamado en su memoria. Las ventanas del coche estaban cerradas pero podía sentir la brisa que corría aquel día por su pelo. Vio a su madre sentada en el asiento del copiloto y a su padre buscando algo en su cartera. Pero más que nada la recordaba a ella al otro lado de la ventanilla, sus manos enganchadas por los dedos, uno a cada lado de una frontera todavía invisible, pero ya real. Se despidieron con una amarga sonrisa y el coche arrancó con fiereza. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">De vuelta a la realidad, separó la llave del contacto y salió por fin del vehículo. Lo dejó aparcado justo en frente de lo que había sido un hospital clínico. Era casi doloroso pensar en cómo de rápido habían cambiado las cosas. Las calles que guardaban su infancia habían sido remodeladas; el cielo no era igual de azul, ni los árboles igual de verdes. Le habría gustado tener la quebradiza esperanza de que la gente seguía siendo la misma, pero le habían enseñado a asumir la irrevocable imposibilidad de ciertas cosas. </font></p> <a name='more'></a> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri"></font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Las cristaleras de los edificios reflejaban su reposado caminar. Las pocas personas que deambulaban por las calles a aquellas horas de la madrugada eran hombres y mujeres con trajes entallados. Caras gélidas y cansadas se cruzaban con él, sin prestarle la más mínima atención. No era como en el Perímetro, ahí continuamente habían ríos y ríos de cuerpos humanos en movimiento, un choque constante de miradas desconocidas, de pensamientos a veces inmorales y otras veces, incluso cristianos. Por un momento intentó imaginarla a ella viviendo en medio de todo ese bullicio, pero no lo consiguió, aunque tampoco conseguía encajarla en aquel pequeño pueblo, porque ya no era el mismo. A lo mejor ella también había dejado de ser la misma. Se había planteado esa posibilidad a lo largo de los últimos meses, después de que sus jefes le notificaran un regreso temporal a su ciudad de origen. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Llegó a la puerta de un alto edificio con grandes ventanales de acero y cristales blindados. Le hizo gracia que los del gobierno pensaran que en un lugar tan recóndito alguien fuera a planear un ataque. Hizo un par de movimientos circulares con su cuello, se relajó y se adentró en las oficinas estatales. En la recepción, un joven muy bajo y de pelo alborotado le pidió que rellenara unos formularios y más tarde lo acompañó al ascensor que lo llevaría hasta el despacho del jefe. Todo parecía marchar como la seda: ningún imprevisto, ni un minuto de retraso; tan eficiente como de costumbre. Mientras se elevaba con suma lentitud, su localizador vibró en el bolsillo del pantalón, lo sacó entrando en un pánico anticipado y miró el número que marcaba el aparato: 001. Sin apartar sus ojos del número se frotó la frente con la mano libre, poniéndose cada vez más nervioso. Ella estaba ahí, en aquel edificio; y después de tantos años, el tuvo miedo de lo que podría suceder cuando la viera de nuevo. Las puertas del ascensor se abrieron, el recobró la compostura, guardó el localizador en sus pantalones y se dirigió al despacho número catorce, antes de empezar su búsqueda personal debía hablar con el jefe. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">—Buenos días —saludó él al hombre sentado detrás de una mesa de madera rojiza. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">—¡Alexander! —Éste se levantó de su sillón de cuero negro y esbozó una sonrisa acoquinada— Llevo esperando su visita desde hace mucho. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">—Lo sé, señor. ¿Permite que me siente?</font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">—Por supuesto, ¿quieres algo para beber? —se dirigió al pequeño mueble bar fijo en una pared. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">—Agua, solo agua. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Mientras uno servía a su invitado, el otro observaba el despacho con mucha determinación. Estaba todo perfectamente ordenado; ningún papel fuera de las carpetas, ningún lápiz fuera del cubo. Sus ojos encontraron, durante la meticulosa observación, el retrato de un joven y una mujer algo más mayor que él mismo. Ambos se veían sonrientes en la fotografía y se abrazaban con cariño. Supuso que debían ser la esposa y el hijo del jefe; se preguntó si eran de aquel pueblo, cuando vivía ahí nunca los había visto. La vibración del localizador lo sacó de sus cavilaciones, puso la palma de su mano sobre el bolsillo y pensó que debía estar muy cerca. Necesitaba acabar cuanto antes con el encargo.</font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">—Señor Beumont, tengo los papeles preparados y la licencia llegará mañana por la tarde a su correo virtual, solo falta que usted firme esta tarjeta para que yo pueda acceder a los archivos —se apresuró a entregar todas las carpetas correspondientes. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">—Veo que vas directo al grano, Alexander. Supongo que tienes prisa por volver al Perímetro —mientras hablaba, se encendió un puro que empezó a llenar la estancia de un espeso humo —Estarás cansado de estos controles rutinarios en pueblos que bien poca gente conoce. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">—Todo lo contrario, señor Beumont —protestó el joven y quiso decirle que aquel era el lugar que realmente echaba de menos, pero al instante recordó que no podía revelar su procedencia —. En los pequeños escondites como este, logro relajarme, olvidar todo el ajetreo de la gran ciudad. Mi prisa se debe a los numerosos controles que tengo programados para este mes. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Beumont asintió, recogió los papeles que le había tendido el joven y firmó la tarjeta que le había requerido. Acordaron un último encuentro al final de semana y se despidieron cordialmente. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Alexander salió disparado del despacho. Sacó el localizador del bolsillo y sin darse cuenta estaba corriendo en dirección al gran recibidor que había en aquella planta. Las incesantes vibraciones indicaban que ella estaba a escasos metros. Miró a su alrededor; vio un par de hombres tomando un café al lado de una máquina medio estropeada, a una joven detrás de un mostrador apilando papeles y a un niño cogido del brazo de su madre que a su vez intentaba razonar con un hombre de corbata verde. También había gente saliendo y entrando continuamente de diferentes despachos. Estaba seguro de que ella estaba detrás de alguna de esas puertas que tenía delante, pero no podía simplemente revisar los despachos uno por uno, sería demasiado extraño. Se quedó ahí parado, esperando nervioso. Y en apenas un par de minutos vio como una joven de cabello rubio recogido en un moño pasaba de un despacho al otro. Era ella. Sus pies se despegaron instantáneamente del suelo y corrió para interceptarla antes de que desapareciera de nuevo detrás de la puerta. Conforme se acercaba a ella las vibraciones del localizador eran más fuertes. A escasos centímetros, alargó su brazo y tocó su hombro. La joven se dio la vuelta sorprendida, miró a Alexander y sonrió con entusiasmo. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">—¿En qué puedo ayudarle, señor? —preguntó con voz cálida. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">—Tú… no eres Adriana —casi parecía estar en shock. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">—¿Perdón? </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Alexander sacó el localizador del bolsillo y miró de nuevo el número: 001. Su frente se crispó, miró la angelical cara que tenía delante y resopló con desesperación. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">—¿Le ocurre algo? —se preocupó la rubia. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">—Nada, nada en absoluto —masculló él entre dientes, se dio la vuelta y salió de la sala dando grandes y pesadas zancadas. </font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-1097027938896007522012-08-27T02:34:00.001-07:002012-08-27T02:34:37.559-07:00Café<p align="justify"><font size="4" face="Andalus">Abrir un ojo, mirar la hora… es temprano pero el sol asoma entre las cortinas. Son pocos los días que apetece levantarse a las ocho de la mañana. Sacar los dos pies de la cama y ponerlos sobre el suelo, refrescante. Abrir los ojos frotándotelos antes con esmero. Asomarte a la ventana y dar un trago de aire, sonreír con fuerza y olvidar todo lo que ha pasado en los últimos días. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Andalus">Luego, con un poco de pereza tirarte en la cama y reír por el rebote que ha dado tu cuerpo. Revolver la cabeza en el cojín y seguir riendo por todo lo bueno que vendrá. Ir al baño, echar agua fría en tus ojos y luego mirar al espejo. Pensar que hoy estás guapa, que ya no tienes ojeras y que los ojos brillan. Decirte a ti misma con cara seria y muy concentrada en que todo lo que realmente quieres lo tienes ahí y lo que te falta ya llegará. Sentirte traviesa, poner la música a todo volumen sin pensar en que a los vecinos quizás les gustaría dormir un poco más. Que les den… Estoy feliz.</font> <p align="justify"><i><font color="#8064a2" size="4"><strong>Valerie</strong></font></i> <p align="justify"><font face="Andalus"><font size="4">Bailar mientras preparas café. Muy cargado, de esos que dejan la casa con olor a <i>Buenos días. </i>Y luego las tostadas y la mermelada. <i>Prefiero la de fresa, pero como no hay, la de melocotón también me sirve.</i> Hoy todo está bien, no hay lugar para caprichos. Bueno solo uno pequeño… Coger ese libro que te has leído miles de veces de la estantería y releer ese pasaje que tanto te gusta mientras te metes un gran trozo de tostada en la boca. <i>Me encanta… </i></font></font> <p align="justify"><font size="4" face="Andalus">Abrir todas las ventanas de la casa y quedarte en el pasillo para que la corriente te haga sentir todavía mejor. Cantar a pleno pulmón la canción que suena en el reproductor.</font> <p align="justify"><i><font color="#8064a2" size="4"><strong>She’s so lovely</strong></font></i> <p align="justify"><font size="4" face="Andalus">A eso se le llama empezar el día con buen pie. Y no importa lo que venga a continuación, por lo menos ya has disfrutado, aunque sea por un momento. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Andalus">Pensar que estás loca, probablemente lo estés… muy probablemente. Pero te gusta y eso es lo importante. Seguir bailando…</font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-30396417443664343872012-08-09T17:36:00.001-07:002012-08-09T17:36:03.537-07:00Whistle<p align="justify"><font color="#00c663" size="6" face="LilyUPC">Quiero correr sobre hierba fresca, bajo la lluvia.</font> <font size="3">Correr durante horas y revolcarme entre flores de colores. Quiero respirar el arcoíris, cada uno de sus colores en el orden exacto hasta extasiarme. </font> <p align="justify"><font size="3">Dicen que es malo perder el control. <font color="#d16349"><strong>¿Quién lo dice? Yo lo decía… ahora ya no importa, quiero perderlo.</strong></font> Quiero actuar y no saber lo que hago, que el pensamiento salga en forma de humo por entre mi pelo… que toda la sensatez que me queda se evapore al sol. </font> <p align="justify"><font size="3">El futuro siempre está ahí, detrás de un cristal borroso, amenazando. Ya no me importa, <font color="#9b00d3"><strong><em>quiero llenar ese cristal con miles de posters de diversión, pasión, de hagoloquemedalaganayqueledenalmundoentero.</em> </strong></font></font> <p align="justify"><font size="3">Si me giro hacia atrás veo un túnel lleno de recuerdos, errores, trozos de cristales rotos, sonrisas, besos, abrazos, conversaciones que siempre quedarán en lo más profundo. Quiero cerrar ese túnel también. <font color="#4bacc6"><strong>Convertirlo en una simple parte de esa caja azul donde guardo cada pedacito de mi pasado.</strong></font></font> <p align="justify"><font size="3">Ahora cojo un papel en blanco, un boli de tinta verdeazulada y escribo desde el principio. Una nueva historia, esta vez la mía. <font color="#00c663"><strong><em>Yo decido, yo dibujo, yo borro…</em></strong></font> Y no voy a cometer errores, porque no tengo miedo a cometerlos. </font> <p align="justify"><font size="3"><strong>Aquí y ahora es lo que quiero. Sí, definitivamente es lo que quiero.</strong> </font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-78074992977835126722012-05-01T06:47:00.001-07:002012-05-01T06:54:56.149-07:00El libro olvidado<p><font style="background-color: #9b00d3" size="5" face="Euphemia"></font><font size="5" face="Euphemia"><font color="#8064a2"><font face="Mistral">En el banco del parque había un libro olvidado</font>.</font></font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Blanca, en su rutina nocturna de paseos improvisados, encontró aquel banco con el libro arrinconado sobre la roída madera. Curiosa se sentó a su lado y lo observó desconfiando de su desaliñado aspecto. Sin poder resistirse alargó su brazo y acarició la cubierta violeta. Sintió, por el calor que desprendía, que era un buen libro. Lo colocó en su regazo y abrió la solapa, encontrándose con una dedicatoria incomprensible y una firma nerviosa. </font></p> <a name='more'></a> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri"></font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Por su textura desgastada, las páginas dobladas y las manchas de café, supo que el libro había tenido una vida intensa y que había viajado por muchas manos. Algunas lo habrían tratado con más delicadeza, otras con menos; algunas lo habrían querido, a otras las habría disgustado. Pero ninguna de ellas deseó conservarlo. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Blanca quiso conocer la historia que contaba. Ojeó las primeras páginas, en las que solo encontró vagas introducciones, hasta dar con el verdadero comienzo. Se encandiló con la primera frase y luego con la segunda y tercera, así hasta terminar el primer capítulo y luego el segundo y tercero. Antes de que las campanas dieran las doce, ya era adicta a las dulces sensaciones que le producía aquel libro desdeñado. </font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Al terminar de leer, las últimas palabras se quedaron impresas en su memoria. ¿Por qué alguien abandonaría una historia como esta?, se preguntó con tristeza y a la vez con regocijo al pensar que ahora ella sería su dueña. Y más extraño todavía, ¿Cómo es que nadie más se había fijado en aquel pequeño tesoro sobre el banco?</font> <p align="justify"><font size="4" face="Calibri">Sonrió, guardó el libro debajo de su chaqueta azul y caminó de vuelta a casa, sintiéndose privilegiada por descubrir un extraordinario objeto que todos había pasado por alto.</font> <p><font color="#8064a2" size="5" face="Mistral">El libro ya nunca más volvió a ser olvidado.</font></p> Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3524480381301265349.post-77158847352717410762011-11-21T07:54:00.001-08:002012-05-01T06:21:32.358-07:00La peca<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-size: medium;"><span style="font-family: Rockwell;">Una peca<em>.</em></span></span> <br />
<span style="font-family: Rockwell; font-size: small;">Pequeña, redonda, con una diminuta protuberancia hacia la izquierda. <em>Una peca graciosa</em>. De color café; no, más bien capuchino.</span> <br />
<span style="font-family: Rockwell;"><span style="font-size: small;">Ese <span style="font-size: medium;"><em>pequeño punto </em></span>en el pómulo de su mejilla me deja sin armas. Nunca puedo resistirme, es enseñarme la peca y caigo rendida al instante. <u>Y si él sonríe ella se alza</u> unos milímetros y gana terreno en su rostro.</span> <span style="font-size: medium;">¡Se ve tan ufana ahí arriba!</span></span> <br />
<span style="font-family: Rockwell; font-size: small;">Creo que estoy <span style="font-size: medium;">enamorada</span>: de la peca, no de la persona que la tiene pegada. Ella no habla y eso me gusta.<strong> Él</strong> sí utiliza palabras y a veces duelen, se aposentan en mi cabeza y entumecen mis sentidos. <em>Odio las palabras.</em> </span> <br />
<span style="font-family: Rockwell; font-size: small;">Lo <strong>odio</strong> a él. Pero <strong><em>amo</em></strong> a la peca.</span> <br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Rockwell;">No voy a ser <span style="font-size: medium;">capaz de seguir</span> manteniendo esta insólita relación, <u>debería empezar a frecuentar otros lunares…</u></span></span></div>Annahttp://www.blogger.com/profile/03319631513079386534noreply@blogger.com1